Le hemos dedicado dos clases, en la primera empezamos a familiarizarnos con el frisbee y juegamos a varios juegos en los que practicamos el lanzamiento y la recepción del mismo.
En la segunda clase, ya jugamos partidos, nos dividimos en 3 equipos de 7 u 8 personas cada uno. Comenzaban jugando dos de ellos y cada uno se colocaba en su área, uno de los equipos lanzaba y trataba de enviar el frisbee lo más lejos posible, si caía sin que nadie del otro equipo la tocase era posesión de ese equipo y si un jugador del otro equipo lo tocaba antes de que cayese pero se le escapaba, la posesión volvía al equipo que había sacado. Una vez que un equipo tenía la posesión, tenía que intentar llevar el frisbee hasta la portería contraria dando pases entre los componentes de su equipo. Cada jugador no podía dar más de dos pasos con el frisbee ni retenerlo más de 5 segundos, pero si podía pivotar. Si un jugador del equipo contrario tocaba el frisbee en un pase, cambiaba la posesión. Otras dos reglas eran que no se le podía dar al frisbee con el pie, si se hacía se explusaba al jugador y además el jugador que tenía el frisbee solo podía ser defendido por una persona. Cuando un equipo conseguía llevar el frisbee al área contraria, sumaba un punto y ganaba el equipo que antes llegase a 3 o que llevase más puntos después de 5 minutos. El equipo vencedor seguía jugando, el perdedor descansaba y entraba el siguiente. En caso de empate, salía el quipo que más tiempo llevas.
Me ha parecido un deporte divertido y original, además los partidos no duraban demasiado con lo que no te aburrias mientras esperabas.
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