Esta última semana de clases hemos estado jugando a
ultimate, un juego del que yo nunca había oído hablar, un juego la mar de
curioso y además entretenido, aunque pare ser sincera, cansa bastante. Algunos
de la clase de 1ºL estuvimos jugando a este mismo juego un día de huelga y ya
desde ese día me pareció un buen deporte al que no me importaría dedicar mucho
más tiempo del que le hemos dedicado en clase.
El primer día hicimos ejercicios en pareja con el frisbee
para aprender a tirarlo, a cogerlo y luego a cogerlo con una mano mientras
estamos en movimiento. Además después del calentamiento jugamos al típico juego
de “la araña” que jugamos siempre haciendo parejas, pero en lugar de pillarnos
entre nosotros teníamos que evitar que uno de los equipos llegara al campo
contrario. Y luego un juego para dar fin a la clase jugamos en equipos a tener
el frisbee en el equipo durante cinco pases como máximo, ganando así un punto.
El segundo día yo no pude
asistir a la clase y me habría encantado poder hacerlo porque ha sido un
deporte que me ha gustado bastante, se sale de lo norma, se sale de jugar al
fútbol, baloncesto o voleibol en la clase de gimnasia, es una innovación que no
cualquier profesor estaría dispuesto a hacer. La experiencia ha sido
gratificante y me encantaría repetirlo en algún momento de mi vida, sería un
deporte que hasta vería por la tele o en directo.
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