Aunque todos mis compañeros ya han explicado, y además he de
decir que de una manera estupenda, lo que hemos hecho durante las primeras
semanas del tercer trimestre, yo también quiero hacer mi pequeña aportación. Es
increíble la cantidad de deportes que hay para personas discapacitadas, es
increíble sentirse en la piel de uno y sentirte inútil sin poder ver, sin poder
usar algo tan común en nuestra vida como las piernas.
Lo primero que hicimos fue jugar a algo parecido a la
petanca, pero para personas que no podían mover las extremidades, quizás
simplemente podían mover el cuello. Lo denominamos boccia, es increíble cómo han sido capaces de crear un deporte
adaptado para personas que solo pueden mover la cabeza, o la boca. Como se las
han arreglado para que esas personas tengan un deporte para ellos solos, que
hagan que ellos se sientan tan especiales y sin duda lo son. Fue una
experiencia bastante divertida en la que tuvimos que trabajar todos en equipo
para poder ganar el juego. Sin duda a mí me gustó este deporte y me encantaría
poder repetirlo algún día.
El siguiente juego que practicamos fue el goalball y créeme cuando te digo que es de lo más
desesperante. Te ponen una venda en los ojos, además de un antifaz. ¡Como si no
fuera difícil ver con un pañuelo en la cara además un antifaz! Todos conocíamos
de sobra como es el gimnasio, todos sabemos que tiene cuatro esquinas y dos
puertas, además de colchonetas en una de las esquinas y dos quitamiedos que te
podrían aplastar pero… Perder el sentido de la vista es algo que nadie debería
sufrir. Nos tumbaron en el suelo, nos llamaron con una pelota que sonaba como
si fuéramos perros y… Parecíamos idiotas. Soy sincera diciendo que no querría
repetir algo así, no quiero volver a sentir que mi vista se ha ido, no quiero
volver a verlo todo negro. Pero a pesar de todo me reí bastante pensando en lo
que los demás pensarían de mí, algo como “Que chica tan torpe”. Caray, es más difícil
de lo que parece.
Otro de los días que jugamos a estos juegos para
discapacitados jugamos a voleibol para personas que no podían mover las piernas y… ¡Vaya que si me divertí!
Quizás fue uno de los días que mejor me lo pasé, aunque a decir verdad todavía
pienso que el profesor nos usó como escobas para barrer el gimnasio. ¿Sabes
jugar a voleibol? Pues es igual pero con el culo plantado en el suelo. También
es frustrante no poder levantarte del suelo y tener que arrastrarte por éste si
te quieres mover.
El último juego que practicamos fue el fútbol con un pequeño agujero por el que ver, creo que quería que
nos pusiéramos bizcos porque… ¡Que agobio! Si el fútbol no me gusta de por sí
si no puedo ver lo que hago… Es desesperante, no me gustaría volver a jugar a
fútbol de esa manera, pero sin duda fue entretenido chocarme con los compañeros
y tratar de meter gol. Siento compasión hacia el portero de estos juegos,
porque yo la primera vez que jugué fue de portera y… ¡No sabes por donde te
vienen los balones! Sin duda un deporte desesperante.
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