Día 1
El primer día hicimos carreras de relevos en silla de ruedas con el objetivo de hacernos con el manejo de éstas. Las carreras eran simples, por ejemplo, ir al final de la pista, dar la vuelta a un cono y al volver pasar entre dos tablas, pero a pesar de ser circuitos simples, no resultó tan fácil como parecía.
Día 2
El segundo día practicamos baloncesto en silla de ruedas, deporte que me pareció muy divertido y dinámico. El objetivo al igual que en el baloncesto es encestar en la canasta, salvo que si tocas con la pelota el tablero o el aro, también puntúa, lo cual no me parece del todo justo ya que no premia la habilidad de tiro, sino el que llega más veces o el que tiene más fuerza.
Día 3 y 4
Tanto el día 3 como el 4 no pude ir a clase, por lo que no participé en las actividades de esos días, que por lo que me han contado mis compañeros, fueron boccia, curling, y goalball. El que más me llamaba la atención de los tres era el goalball, ya que fue la única actividad que hicimos sin visión y me hubiera gustado experimentar esa sensación.
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| Goalball |
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| Curling |
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| Boccia |
El último día tocaba voleibol sentado, una actividad que de primeras no parecía tan interesante por el hecho de jugar sentados y sin movilidad, pero que cuando empezamos a jugar resultó muy entretenido. Las reglas son iguales que en voleibol salvo que no puedes levantar el culo del suelo.
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