En este primer periodo de la tercera y última evaluación, nuestro profesor de educación física, Ismael, nos ha enseñado otra manera de jugar a los deportes que hemos estado practicando durante todas nuestras clases de educación física, como puede ser el futbol, el voleibol, etc, y otros nuevos. Esta manera es mucho más difícil y frustrante, puesto que son deportes adaptados a personas con discapacidades. Gracias a estos días, muchos de nosotros en educación física nos hemos dado cuenta de lo que implica tener una discapacidad en el ámbito del deporte.
El primer día fue una clase de contacto con la silla de ruedas, haciendo carreras de relevos (eslalon). Admito que al principio pensé que era más sencillo de lo que parece, pero me atrevería a decir que todos nos dimos cuenta de lo complicado que era desde pasar entre dos obstáculos hasta dar la vuelta a un chino.
Los deportes que vimos a partir de esta clase fueron los siguientes: baloncesto en silla de ruedas, goalball, boccia, curling, voleibol y por desgracia no pudimos ver futbol para personas con problemas de visión.
El baloncesto en silla de ruedas, (que las manejábamos mejor gracias a la clase de contacto), fue muy interesante a la vez de agotador y complicado al no poder moverte con total libertad y tener el impedimento de la silla. Salí de esa clase con las manos hechas polvo de mover las ruedas, pero mereció la pena la experiencia.
El goalball, es un deporte para personas con problemas de visión, y para mi gusto fue uno de los más angustiantes, porque al ponerte el pañuelo en los ojos e impedir que vieras nada perdías toda capacidad de saber dónde estabas.
El boccia es un juego para personas que tienen muy poca movilidad, incluso para personas que lo único que pueden mover es la cabeza y nunca había escuchado hablar de él. Me parece muy interesante y una buena forma de ayudar de algún modo a esas personas que no tienen tanta suerte como nosotros respecto a poder practicar deporte libremente.
El curling es un deporte para personas sin movilidad o con poca movilidad. En clase no lo practicamos con sticks, sino empujándolo con nuestras manos sentados en una silla. Teníamos que intentar que el "disco" quedará lo más próximo del centro de una diana para conseguir más puntos. Es más díficil de lo que parece a simple vista, unas veces lo tiras muy flojo y otras muy fuerte, parecía que no existía termino medio entre ambas.
Por último pero no menos importante: el voleibol. Por desgracia, no pude practicar este deporte, aun siendo el deporte que hago fuera de las clases de educación física (pero no adaptado), por motivo de una lesión. Al no poder jugar, Ismael, nuestro profesor, me puso de árbitro. Fue una clase muy divertida, y, aunque no haya podido practicarlo en ese momento, sé el mérito que tienen esas personas que se dedican a ese deporte tan complicado.
Ana Cuesta Santiago, 1ºN.
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