lunes, 27 de abril de 2015

DEPORTES ADAPTADOS

Irene Quiñones Núñez

Estos días atrás en nuestras clases de educación física hemos estado practicando una serie de deportes adaptados a personas con ciertas discapacidades. Mostrándonos de esta forma como funcionan y comprobando como se pueden realizar desde la piel de una persona con alguna de estas características.


En primer lugar llevamos a cabo una variante de la petanca para personas parapléjicas o con alguna inmovilidad física.
Este consistía en hacer rodar una pelota de cierto peso desde una rampa ajustada a la altura de una persona en silla de ruedas. El objetivo es hacer llegar esa pelota los más cerca posible de otra ya colocada en el centro del recinto de juego. Lo más interesante de esta práctica fue el hecho de que la persona que debía lanzar la bola no podía colocar la rampa a su gusto de este modo otro componente del equipo tenia que colocar su rampa siguiendo las instrucciones del principal jugador.









Otro de los deportes adaptados que pudimos practicar es el volleyball sentados. En este juego participaban dos equipos de unos 7 jugadores cada uno y llevaban a cabo el partido con la única condición de que en ningún momento podían moverse de su posición sentados. Había un tercer equipo el cual entraba en el juego en cuanto uno de los iniciales perdiera. 
  






Por otro lado, uno de los deportes practicados en las clases es el fútbol para personas invidentes. Este se realizaba de la siguiente forma: se agrupaban dos equipos los cuales todos los componentes debían tapar sus ojos por medio de un papel y un pañuelo. Dentro de estos equipos la mitad de los jugadores se colocaban tumbados en el suelo y otros por delante de ellos de pie los cuales entraban y salían del campo dependiendo del turno de juego del equipo. Cuando el juego comienza se pone en juego una pelota que produce un sonido de forma que los jugadores invidentes la oigan y puedan lograr entrar la pelota en la zona de gol por detrás del otro equipo tumbado.




Por último, la última práctica que realizamos era una variante del fútbol pero poniéndonos en el lugar de una persona con muy poca visión. Consistía en formar dos equipos de unos 5 jugadores los cuales debían dificultar su visión con un papel que solo permitía la vista por un pequeño orificio central. Con estas posiciones y requisitos el juego comenzaba siguiendo las mismas normas que el fútbol normal.





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